En las inflorescencias frondosas u hojosas las hojas tectrices
de las ramas laterales portadoras de flores son nomófilos (Pyrostegia
venusta); en las inflorescencias bracteosas
las hojas tectrices son brácteas, (Bougainvillea, Stachytarpheta); en las inflorescencias
áfilas las hojas
tectrices están atrofiadas completamente (Arrabidaea corallina). |
Fig.5.39. Inflorescencia bracteosa de Boungainvillea
spectabilis, Santa Rita

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El
comportamiento del ápice del eje principal y de los laterales en las
inflorescencias complejas, es muy importante para la descripción y
clasificación de las inflorescencias. En las inflorescencias cerradas los ejes
acaban en flores terminales que se reconocen por que generalmente se abren antes que
las laterales inmediatas; estas inflorescencias tienen crecimiento definido. En las inflorescencias
abiertas los meristemas apicales del eje
principal y de las ramas laterales al final dejan de crecer, pero no concluyen
en una flor terminal, es decir que teóricamente tienen crecimiento indefinido (Peltophorum
dubium, Pithecoctenium cynanchoides). En estas inflorescencias la floración suele ser acrópeta. |
Fig.5.40. Inflorescencia abierta de Peltophorum
dubium

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Fig.5.41. Proliferación en Ananas
comosus (ananá)

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En
algunos casos el ápice de la inflorescencia puede reanudar el crecimiento
vegetativo, volviendo a formar nomofilos, como ocurre en muchas Myrtaceae y
en el ananá. Dicho fenómeno
recibe el nombre de proliferación.

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