Según la posición
que ocupa, cada célula recibe determinados estímulos para
desarrollar las actividades correspondientes. Actualmente se
está investigando cómo las células reciben, interpretan y
transmiten tales estímulos; se cree que en la señalización pueden intervenir
gradientes en la concentración de determinadas moléculas.
Durante
el proceso de diferenciación las células sufren una serie de
cambios en sus características y se produce un reajuste en
sus relaciones mutuas. Los cambios principales son:
1)
Alteraciones en el contenido celular (vacuolas, plástidos,
sustancias ergásticas, alteraciones profundas del protoplasma
o desaparición del mismo).
2) Cambios en la estructura de
las paredes celulares, en espesor y en composición química,
o por desaparición de porciones de la misma
(vasos).
3)
Reajustes entre las células: aparición de espacios
intercelulares que a veces modifican notablemente el aspecto
del tejido.
Los espacios intercelulares
pueden tener formación esquizógena o lisígena. En el primer
caso se disuelve la laminilla media en los ángulos y aristas
de las células. Como consecuencia, las células contiguas se
separan en dichos lugares formando los espacios intercelulares
o meatos, que pueden ensancharse por división de las células
contiguas y formar cámaras mayores.
Cuando hay formación
lisígena los huecos en los tejidos se originan por rotura de
las células o disolución de las paredes celulares.
Espacios esquizógenos
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Espacios lisígenos |
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Imágenes modificadas de Fahn
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4)
Crecimiento diferencial en células vecinas. Hay 2
posibilidades: crecimiento simplástico y crecimiento
intrusivo.
Se habla de crecimiento simplástico cuando el
crecimiento de una célula se produce al unísono con el de
las células vecinas. En cambio, hay crecimiento intrusivo cuando es desparejo con las
células vecinas, cuando el elemento se abre camino entre
ellas; las paredes de las células contiguas se separan como
durante la formación de espacios intercelulares. Los
plasmodesmos que existían desaparecen y generalmente no se
establecen nuevas conexiones intercelulares en las porciones
celulares que crecen intrusivamente. Los elementos
alargados como las fibras y las traqueidas crecen por
crecimiento intrusivo.
Crecimiento intrusivo de
fibras a partir de células del cámbium |
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Imagen tomada de Esau 1974 |
Las células adultas
vivas, aunque hayan alcanzado especialización y estabilidad
fisiológica, pueden recobrar su actividad meristemática
cuando son adecuadamente estimuladas. Este proceso recibe el
nombre de desdiferenciación (reembrionalización según
Strasburger 1994). No puede ocurrir cuando ha
ocurrido una modificación muy profunda del protoplasto o su
desaparición.
Ocurre naturalmente en las plantas cuando se
originan los meristemas secundarios. Por ejemplo, el felógeno, meristema encargado de la formación de los tejidos
de protección secundarios, se origina por desdiferenciación de
células epidérmicias y/o subepidérmicas.
Pyrus, corte
transversal de tallo
por
desdiferenciación de células epidérmicas y
subepidérmicas |
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Imagen modificada de Esau 1974 |
Ver animación de este
proceso
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