La
raíz está presente en todos los vegetales vasculares excepto las Psilotales
(pteridófitas)
que presentan rizoides. Ciertas espermatófitas especializadas carecen de raíz
porque se atrofia el polo
radical, el embrión no presenta radícula; entre ellas hay plantas acuáticas
como Wolffia (lenteja de agua), Utricularia y Ceratophyllum demersum y
plantas epífitas como Tillandsia usneoides y algunas orquídeas. Algunas
de ellas pueden formar raíces adventicias (Lindorf et
al., 1991). En Salvinia, pteridófita acuática, la función radical
es desempeñada por hojas
modificadas. 
En
las espermatófitas la radícula o
raíz embrional situada en el polo
radical del embrión origina la raíz primaria después de la germinación
(Fig.1.34).
En
las pteridófitas el embrión no es bipolar,
generalmente la raíz embrional es lateral con
respecto al vástago (Fig. 1.35). En Psilotum
cuyo embrión no tiene radícula, sólo se formarán rizoides.
En
las gimnospermas y dicotiledóneas la raíz primaria
produce, por alargamiento y
ramificación, el sistema radical alorrizo, caracterizado porque hay una raíz
principal y raíces laterales no equivalentes morfológicamente (Fig.1.36).
El sistema radical generalmente es unitario, presenta ramificación
racemosa, acrópeta, la raíz es axonomorfa o pivotante, tiene raíces de
2°- 5°
orden, y crecimiento secundario.
En
las monocotiledóneas igual que en las
pteridófitas, la raíz embrional por lo general
muere pronto. El sistema radical de
la planta adulta se forma por encima del lugar de origen de la raíz primaria,
en las gramíneas o Poaceae sobre el tallo o sobre el hipocótilo. El sistema radical es homorrizo, está formado por un
conjunto de raíces
adventicias (Fig.1.37).

Son las que no se originan en la radícula del embrión,
sino en cualquier otro lugar de la planta, pueden surgir de partes aéreas de la
planta (Fig.1.39), en tallos subterráneos (Fig.1.38),
y en raíces viejas Pueden tener o no ramificaciones, pero tienen forma y tamaño
relativamente homogéneo. No tienen
crecimiento secundario generalmente. Son
raíces fasciculadas o sistemas radicales fibrosos.
Su duración varía, en algunos pastos perennes pueden durar varios años
(Clark & Fisher, 1986).
En
muchas monocotiledóneas como la gramilla (Cynodon dactylon) y dicotiledóneas
como la frutilla (Fragaria) que presentan tallos postrados, frecuentemente el sistema
radical no es unitario, pues en cada nudo nace un fascículo de raíces
adventicias.
Algunos
cormófitos monocaules como la palma
Socratea y Pandanus, monocotiledóneas arbóreas o arbustivas, logran mayor estabilidad desarrollando raíces
adventicias llamadas raíces fúlcreas o raíces zancos.
Dichas raíces también
aparecen en gramíneas como el maíz y el sorgo (Fig.1.40).
Son gruesas, se forman en los nudos basales, y penetran al suelo donde
cumplen doble función: sostén y absorción. 
Fig.1.38,
Planta de Philodendron con raíces adventicias |
Fig.1.39, Raíces adventicias
en tallo de Oplismenus hirtellus |
Fig.1.40, Raíces fúlcreas o zancos
en Zea mays, maíz |

|

|
 |
|
|
Imagen tomada de Raven et al.1992
|
En el Parque Mitre de nuestra ciudad hay un ejemplar cultivado de Ficus
benghalensis, la "higuera de la India" o "banyan tree",
caracterizado por desarrollar raíces fúlcreas (Fig. 1.41).
Dichas raíces nacen sobre ramas extendidas horizontalmente, se extienden
hacia el suelo y finalmente lo penetran. Se
desarrollan formando columnas que crecen en diámetro y además pueden unirse
por concrescencia, adquiriendo el aspecto de nuevos troncos. Como las ramas
quedan sostenidas por estas raíces columnares, pueden alcanzar una longitud
mucho mayor que las ramas de otras especies, que tienen soporte sólo en el
punto de unión con el tronco. De esta manera una sola planta puede cubrir una
enorme extensión: hay casos registrados en India de árboles cuya copa cubre
una superficie de más de 20.000 m2.
El tronco inicial también puede unirse por concrescencia con las raíces
fúlcreas, y va aumentando de tamaño; se conocen troncos de cerca de 3 m de diámetro.
Algunas
plantas tienen raíces gemíferas: se forman yemas en las raíces que permiten
la propagación vegetativa de la planta (Linaria vulgaris, Rumex acetosella,
Populus spp.).
 | Caliptra,
cofia o pilorriza: se encuentra en el ápice protegiendo al meristema
apical (Fig.1.42 y 1.43) |
 |
Zona
de crecimiento o alargamiento, zona glabra de 1-2 mm long. (Fig.1.42).
En raíces aéreas de Rizophora mangle sobrepasa los 15 cm
de longitud. |
 |
Zona
pilífera, región de los pelos absorbentes (Fig.1.42). |
 |
Zona
de ramificación, región sin pelos, donde se forman las raíces
laterales. Se extiende hasta el
cuello, que la une al tallo (Fig.1.42).
El
extremo de la raíz está revestido de mucigel, envoltura viscosa constituida
por mucílago (polisacáridos), que la protege contra productos dañinos,
previene la desecación, es la interfase de
contacto con las partículas del suelo y proporciona un ambiente favorable a los
microorganismos (Fig.1.42). |
|
Fig.1.42,
Morfología externa de la raíz |
|

Protege
al meristema evitando el contacto con partículas sólidas del suelo y evitando
lesiones. A
pesar de que continuamente se forman nuevas células en la parte profunda de la
caliptra, ésta no aumenta de tamaño porque las células externas se
desprenden, se descaman, por gelificación de las laminillas medias.
Las células externas juegan el papel de lubricante que facilita la
penetración de la raíz en el suelo. Entre
la caliptra y la protodermis las paredes se vuelven mucilaginosas, facilitando
la separación de la caliptra de los lados de la raíz en crecimiento (Fig.1.43).
|
Fig.1.43, Caliptra de Potamogeton pedersenii
(foto
MEB)
|

|

El
grado de ramificación está influenciado por el suelo. Las raíces son escasamente ramificadas si crecen en agua o pantano.
En suelos aireados y secos son muy ramificadas.
Muchos árboles tienen un sistema radical dividido que les permite aprovechar
mejor la provisión de agua: raíces horizontales, superficiales para absorber
el agua de lluvia, y raíces profundas verticales para alcanzar el agua de las
capas internas del suelo, cuando baja el nivel freático.
En
dicotiledóneas tropicales se han descripto
cuatro patrones de ramificación de raíces para árboles viejos: